Mujeres en la Historia

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MUJERES EN LA HISTORIA

La historia está marcada por la constante lucha de las mujeres por ser reconocidas, valoradas y respetadas en igualdad con los hombres. 

Desde las primeras civilizaciones, las mujeres han vivido bajo sistemas que a menudo las han considerado inferiores, débiles o incapaces de tomar decisiones sobre sus propias vidas. Han sido en muchas ocasiones parte del modelo de organización social llamado patriarcado.

En la mayoría de las civilizaciones antiguas, las mujeres apenas tenían derechos. No podían heredar bienes, tomar decisiones legales o participar en asuntos públicos salvo en contadas excepciones. La Edad Media empeoró la situación. La religión, concretamente el cristianismo, reforzó la idea de que la mujer era moralmente frágil, heredera del pecado de Eva y una amenaza para el orden social y espiritual. En esta época, hubo mujeres fueron acusadas de brujería, perseguidas y ejecutadas.

Durante el Renacimiento y la Ilustración, se debatieron temas sore la libertad y los derechos humanos, pero excluyendo a las mujeres, consideradas ciudadanas de segunda clase. Se les negaba el acceso a la educación y se les preparaba para ser esposas y madres. Aquellas que lograban alguna educación o destacar se enfrentaban a la censura y al desprestigio. Legalmente, las mujeres dependían de sus padres o esposos, sin derecho a administrar bienes ni decidir sobre sus cuerpos, siendo valoradas por su obediencia y pureza.

Sin embargo, la historia de las mujeres también es de resistencia. Siempre ha habido mujeres que se rebelaron contra las normas, que alzaron la voz y buscaron abrir caminos. Desde las primeras filósofas y poetas hasta las sufragistas que a finales del siglo XIX y principios del XX lucharon por el derecho al voto, las mujeres han protagonizado batallas históricas por el reconocimiento de sus derechos.

Con la Revolución Industrial, muchas mujeres ingresaron al mercado laboral, pero con condiciones precarias, con largas jornadas, bajos salarios y ambientes peligrosos. Esta situación fue clave para el surgimiento de los primeros movimientos feministas. Aunque el siglo XX trajo avances como el derecho al voto, acceso a la educación y la posibilidad de elegir una carrera, algunas desigualdades estructurales han seguido presentes. En definitiva, refleja siglos de resistencia y valentía.

Boudica, reina de los Icenos

Boudica fue la reina celta de la tribu de los icenos en la actual Anglia Oriental, Gran Bretaña, que lideró una revuelta contra Roma en el año 60/61 d.C. El rey iceno, Prasutago, aliado independiente de Roma, dividió su patrimonio entre sus hijas y el emperador romano Nerón. Sin embargo, cuando Prasutago murió, sus tierras fueron tomadas por Roma y los icenos perdieron su condición de aliados.

Cuando su esposa, Boudica, se opuso a esta medida, fue azotada y sus dos hijas fueron violadas. Ante la violencia y humillación sufridas, Boudica provocó un levantamiento contra el dominio romano. Lideró una rebelión que arrasó las antiguas ciudades romanas de Camulodunum, Londinium y Verulamium, dejando a su paso destrucción y causando la muerte de más de 80.000 habitantes de la Britania romana. Sin embargo, las fuerzas de Suetonio Paulino, inferiores en cantidad, contaban con mejor entrenamiento y una estructura organizativa superior, lo que les permitió sofocar la revuelta en una batalla librada en algún punto de las Midlands. La disciplina de las legiones romanas logró imponerse sobre el numeroso ejército britano. Al presenciar la derrota de su pueblo frente al dominio romano, Boudica, según relata Tácito, puso fin a su vida al ingerir veneno.

Boudica se convirtió en un símbolo de la resistencia britana encarnando el espíritu de lucha de un pueblo que se negó a someterse ante la opresión y la injusticia.

Agustina de Aragón (1786-1857)

 Agustina de Aragón fue una de las figuras más representativas de la resistencia del pueblo aragonés contra las tropas francesas durante la Guerra de la Independencia.

Casada con un militar profesional, se instaló en Zaragoza, habiéndose iniciado ya la guerra con los franceses. Tras dar por muerto a su marido, Agustina de Aragón se casó con el capitán Luis de Talarbe. El 15 de junio de 1808, las tropas francesas intentaron tomar Zaragoza con un fuerte bombardeo y un cerco progresivo en varios puntos de la ciudad. El asalto más importante ocurrió el 2 de julio, centrado en el Portillo, donde las fuerzas defensoras fueron cayendo poco a poco. Fue en ese momento cuando Agustina, al coger la mecha de un soldado moribundo, disparó un cañón contra los franceses, logrando que se retiraran.

Agustina también participó en la lucha por el convento de Jerusalén, fue capturada, escapó y estuvo en el Sitio de Teruel. Su valentía la convirtió en un mito popular, siendo homenajeada por la Junta Suprema y Lord Wellington. Luego, luchó en el Sitio de Tortosa, fue nuevamente apresada, pero logró escapar y reunirse con su esposo en Valencia al final de la guerra. Fernando VII la recibió en Madrid en 1814, otorgándole una pensión y reconociéndola como “Artillera” por sus heroicas hazañas. 

Emily Davison (1872-1913)

Emily fue una estudiante destacada. Cursó literatura y lenguas extranjeras gracias a una beca obtenida por su excelente expediente. Sin embargo, en 1892, tuvo que abandonar. Trabajó como gobernanta y luego como maestra en Edgbaston y Worthing, logrando ahorrar suficiente dinero para ingresar a estudiar biología, química, lengua y literatura, y aunque las mujeres no podían obtener títulos oficiales en ese entonces, por sus calificaciones le concedieron honores especiales.

En 1906 Emily entró a formar parte de la Women’s Social and Political Union (WSPU), la organización sufragista fundada por Emmeline Pankhurst. Dos años después dejaba su trabajo de profesora para centrarse en su labor en la WSPU. La visión de Emily sobre los métodos a seguir para obtener el sufragio femenino no era la misma que la de muchas otras miembros del WSPU. Sin el permiso expreso de la organización, Emily empezó a aparecer en actos públicos que interrumpía lanzando piedras y atacando directamente a algunas personas, provocando la alteración del orden público.

Su actitud la llevó a prisión en unas nueve ocasiones en las que decidía emprender una huelga de hambre en señal de rebeldía. En una de aquellas ocasiones, en 1912, cuando cumplía condena en la prisión de Holloway, se lanzó por las escaleras como queja por las condiciones en las que se encontraba en prisión. Al año siguiente, en el multitudinario Derby, Emily irrumpió en medio de la pista y fue atropellada por el jinete Herbert Jones y su caballo, propiedad del rey Jorge V. Cuatro días después fallecía a causa de los golpes. Fueron muchas las dudas que surgieron sobre sus intenciones. Unas voces apuntaban a que había decidido suicidarse por la causa sufragista, otras versiones apuntaron a que lo que pretendía Emily era clavar una bandera sufragista en el caballo.

Se celebró en Londres un funeral multitudinario que atrajo a una gran multitud, sobre todo sufragistas, que acompañaron el féretro hasta la estación del tren que lo trasladaría a Morpeth, donde fue enterrada bajo una lápida en la que se ponía «Hechos, no palabras».

Malala Yousafzai (1997-)

Malala Yousafzai, nacida el 12 de julio de 1997 en Mingora, una ciudad rodeada de montañas en el valle de Swat, Pakistán.

En su hogar, la educación era una prioridad. Su padre, Ziauddin Yousafzai, dirigía una escuela y defendía la igualdad educativa entre niños y niñas, desafiando las normas conservadoras de la sociedad pakistaní. Malala creció amando los libros y soñando con un futuro en el que todas las niñas pudieran estudiar sin miedo.

Sin embargo, su entorno era muy diferente. En una región dominada por los talibanes, que imponían estrictas leyes y castigaban a quienes desafiaban su poder, Malala decidió tomar un rumbo valiente. A los 11 años, comenzó a escribir un blog para la BBC bajo un pseudónimo, relatando su deseo de estudiar en medio de un régimen que lo prohibía. Así comenzó su lucha. En 2007, el valle de Swat, se convirtió en zona de conflicto cuando los talibanes tomaron el control, cerraron escuelas y quemaron libros, dejando claro que las niñas no podían ir al colegio. Pero Malala no permaneció en silencio. Con tan solo 11 años, dio su primer discurso público. En 2011, Malala recibió el Premio Nacional por la Paz en Pakistán, convirtiéndose en una aspiración para muchas niñas que soñaban con estudiar.

Su activismo la convirtió en un símbolo de resistencia, pero también en un objetivo para aquellos que querían callarla. El 9 de octubre de 2012, cuando tenía solo 15 años, un hombre armado detuvo el autobús escolar en el que viajaba, la reconoció y le disparó en la cabeza. A pesar de las graves heridas, Malala sobrevivió. Fue trasladada al Reino Unido, donde los médicos lucharon por salvar su vida. Lo que originalmente fue un intento de silenciarla, acabó expandiendo su mensaje.

El atentado provocó una ola de solidaridad global. Millones de personas se unieron para apoyar a Malala y su causa: el derecho de las niñas a la educación. En 2014, a los 17 años, Malala se convirtió en la ganadora más joven del Premio Nobel de la Paz.

 

El papel de las mujeres en la historia ha sido esencial, aunque en muchas ocasiones ha sido pasado por alto o subestimado. A pesar de los obstáculos, las mujeres siempre han estado en el corazón de transformaciones significativas, y aunque sus aportes a menudo no han sido valorados, han sido clave para el progreso de las sociedades. En la actualidad, es fundamental reconocer todo lo que las mujeres han logrado y continúan logrando, para garantizar un futuro más justo e igualitario para todos.

En L’Iber, Museo de los soldaditos de plomo rendimos homenaje a estas mujeres de la historia y a muchas otras a través de sus figuras en miniatura.