La procesión del Corpus Christi es una fiesta de la Iglesia Católica que celebra la Eucaristía. En el siglo XIV, la procesión del Corpus se convirtió en la fiesta grande de la ciudad de Valencia.

La procesión que se encuentra en el Museo fue un encargo al maestro soldadero de origen valenciano Vicente Juliá quién, a través de su marca Chauve, realizó una procesión de 1.216 figuras de 45 mm. En ella, podemos ver tanto a los representantes de la parte eclesiástica como a los de la parte civil y militar. Además, también se muestra a los famosos gigantes y cabezudos, el baile de la Moma, la custodia, las águilas, los personajes bíblicos, etc.

Por desgracia, muchas de las piezas que integran esta procesión en miniatura están afectadas por el llamado “mal de plomo”, un deterioro de las propiedades físicas y químicas del metal. Como podemos apreciar, la apariencia externa de las piezas que lo sufren presenta una sustancia blanquecina, la cual es el carbonato de plomo que aflora por encima de la pintura de las figuras. Se trata de un proceso irreversible que únicamente podemos retrasar o prevenir.