Miércoles 1 de febrero a las 19 h. en el Ateneo Mercantil de Valencia en el Salón de Actos.
En la historia de Asia Central hay dos hombres que despiertan admiración Y terror. El primero fue Gengis Khan, el caudillo mongol que logró la proeza de unificar a las tribus nómadas y crear uno de los imperios más extensos de la historia. El segundo es Amir Timur, más conocido como Tamerlán, que casi dos siglos después intentó repetir la proeza. Tamerlán fue el último gran emperador de las estepas y fue elevado a la categoría de héroe nacional en su tierra de origen, el actual Uzbekistán.
Timur nació en Kesh, en el actual Uzbekistán, en una familia noble de los barlas, un grupo turco-mongol que gobernaba la región histórica de Transoxiana. No se sabe mucho de su juventud, pero su nombre Tamerlán proviene de Timür-e lang, que en persa significa «Timur el cojo». Timur fue ganando poder hasta convertirse de facto en el líder militar que podía decidir quién conseguía la hegemonía. Tras muchos años de ejercer el poder desde la sombra, en 1370, Timur se proclamó emperador y restaurador del imperio mongol.
A pesar de proclamarse heredero del imperio mongol, su imperio nunca alcanzó ni de lejos la enorme extensión que llegó a conquistar Gengis Khan. En su apogeo se extendía desde el Cáucaso hasta el golfo de Omán y desde el Éufrates hasta el Indo, con un corredor que penetraba hasta Delhi: en total, 4.4 millones de kilómetros cuadrados frente a los 24 que llegó a tener el imperio mongol.Ciclo “Grandes Conquistadores de la Historia: Tamerlán, el último gran emperador de las estepas” por Alejandro Noguera.