Bienvenido al Curso de la República Romana

Según la leyenda, Roma fue fundada por los gemelos Rómulo y Remo, quienes fueron rescatados y criados por una loba. Al crecer, ambos decidieron fundar la ciudad, pero Rómulo terminó matando a su hermano Remo y se convirtió en su único fundador. Así se originó el mito sobre el nacimiento de Roma. Pero gracias a la arqueología y a los textos, hoy en día tenemos mucha más información.

Este será el principio del curso sobre la República Romana que comenzamos el 11 de febrero en el Museo L’Iber.

Más allá de su fundación mítica y las leyendas, viajaremos a la época monárquica. Porque sí, en sus inicios, Roma fue gobernada por reyes.

A lo largo de su historia, tuvo una sucesión de monarcas de distintos orígenes, entre ellos romanos, etruscos y latinos, quienes sentaron las bases de la primera gran ciudad de Roma. Estos reyes construyeron las murallas servianas, la Cloaca Máxima y entre otras, que crearon la primera infraestructura de la Urbs, la primera gran ciudad de Roma, el núcleo de la ciudad que sería más tarde. Estos reyes iniciaron la expansión romana mediante enfrentamientos con pueblos vecinos como los sabinos, los etruscos y los samnitas. Así, aquella pequeña ciudad dedicada al comercio de sal y caballos comenzó a crecer y consolidarse. Finalmente, en el siglo IV a.C., Roma alcanzó el apogeo de la República, conquistando toda la Italia central, sometiendo a sus vecinos y convirtiéndolos en aliados, lo que marcaría el inicio de su dominio en la región.

Pero, ¿era Roma una democracia?

No. Cuando caen los reyes en el 509 a.C., Roma se convierte más bien en una oligarquía donde los patricios son los senadores que van a dominar al pueblo romano y los aliados se convierten en una forma de ciudadanos de segunda clase que tienen la obligación de ofrecer y de pagar impuestos, pero no tienen derechos políticos. Y así se van a crear un serie de problemas internos con los que van a lidiar progresivamente los dirigentes políticos. Van a aparecer así dos partidos, por llamarlos de una manera anacrónica. Los optimates, que estarán de parte de los nobles y los aristócratas y los populares que van a buscar dar cada vez más poder a las clases desfavorecidas.

¿Por qué nos detendremos en al año 133 a.C.?

Porque es entonces cuando los hermanos Graco se convertirán en grandes reformadores sociales, influenciados por su madre, Cornelia, quien fue la primera mujer en tener una estatua en el Foro Romano. Durante este período, se producirán importantes cambios en los derechos de muchos ciudadanos romanos. También analizaremos la figura de Cayo Mario, el primero en permitir el acceso de los proletarios al ejército, impulsando una reforma militar que facilitará la posterior expansión de la República Romana. Esta expansión llevará a Roma a Grecia y Oriente, allanando el camino para grandes conquistadores como Lucio Cornelio Sila y más tarde figuras clave como Cayo Julio César y Cneo Pompeyo Magno.

También exploraremos el desarrollo local, sus leyes, la situación de las mujeres y la religión, que resulta mucho más peculiar de lo que comúnmente se enseña en el colegio. A menudo la religión romana es considerada una adaptación de la griega, donde los dioses olímpicos fueron renombrados con nombres latinos. Sin embargo, la realidad es mucho más fascinante.  Si bien existen influencias etruscas y griegas, las aportaciones de los pueblos latinos son aún más interesantes e incluso fundamentales. Por ello, profundizaremos en su calendario, del que derivan nuestras fechas actuales, festividades y sus rituales, que fueron adoptados posteriormente por el cristianismo.

Finalmente veremos cómo se prefigura la decadencia de la República Romana. Entrará en decadencia, sobre todo por esas luchas internas, entre patricios y plebeyos, entre nobles y el pueblo y también por la ambición de los grandes hombres que quieren controlar para ellos y para sus ambiciones, la ciudad de Roma y a sus hombres.

En este curso llegaremos al año 133 a.C, en el que se prefiguran esas guerras civiles que van a acelerar la caída de la República Romana y vislumbrar el Imperio.